La historia transcurre a fines de la Segunda Guerra Mundial. El periodista Eduardo es un hombre solitario inventando un oficio manual. Se exilió en la ribera para curarse un asco, allí donde el horizonte del río nos invita a todas las ansias. Sufre cosas de ricos, le dicen. Es un tilingo empachado con desazones. Las injusticias lo indignan pero descree de las causas políticas y hace dos años que no ve al hijo. La simplicidad de los orilleros le alterará la vida: Simón el pescador; Nono, el albañil; Juan, el obrero militante; Susanita, la niña que deviene en hembra enamorada; Miguel Ángel, el adolescente chúcaro. Los personajes entran y salen como en una obra de teatro, muestran a flor de piel sus virtudes y defectos. No se alcanza, empero, a redondear una novela de aprendizaje. Eduardo, el burgués asocial, pasa de la indiferencia al compromiso y la simpatía con las camaradas, pero nunca logra amar. Malogra el mejor regalo que nos hace la vida.\nEdit Jacobo Muchnik, 1955
La historia transcurre a fines de la Segunda Guerra Mundial. El periodista Eduardo es un hombre solitario inventando un oficio manual. Se exilió en la ribera para curarse un asco, allí donde el horizonte del río nos invita a todas las ansias. Sufre cosas de ricos, le dicen. Es un tilingo empachado con desazones. Las injusticias lo indignan pero descree de las causas políticas y hace dos años que no ve al hijo. La simplicidad de los orilleros le alterará la vida: Simón el pescador; Nono, el albañil; Juan, el obrero militante; Susanita, la niña que deviene en hembra enamorada; Miguel Ángel, el adolescente chúcaro. Los personajes entran y salen como en una obra de teatro, muestran a flor de piel sus virtudes y defectos. No se alcanza, empero, a redondear una novela de aprendizaje. Eduardo, el burgués asocial, pasa de la indiferencia al compromiso y la simpatía con las camaradas, pero nunca logra amar. Malogra el mejor regalo que nos hace la vida.\nEdit Jacobo Muchnik, 1955