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Descripción
Los origenes del arte se pierden en lo más profundo de la Prehistoria. Los problemas de su historia, de su evolución, están ligados a los del psiquismo humano. Para poder comprender su origen hay que llegar más allá del hombre, ir hasta el fondo, sin temor a extraviarse, hasta las fuentes de la vida y el psiquismo.
Contrariamente a lo que se suele creer, el Arte no es patrimonio exclusivo del hombre: algunas especies animales nos dan algunas pruebas. El gallo silvestre baila ante su hembra en la época de celo. La lanora, pájaro de Nueva Guinea, planta una doble hilera de gramíneas que conducen al nido don de le espera su hembra. Y, lo que es más curioso, pinta estas gramineas con colores vegetales, que varian según las especies.
El arte, como todo, obedece a las leyes de la evolución. Por eso hemos considerado conveniente comenzar esta obra, dedicada principalmente al arte de los hombres primitivos, pasados y actuales, recordando previamente lo que sabemos de la vida, de sus vicisitudes a lo largo de la evolución de las múltiples formas que engendró, y cuyas huellas pueden aún verse en el suelo, pues todo está escrito para quien sabe leer.
Madrid, 1959.