Escrito en los inicios de la etapa final de amplia madurez poética nerudiana, Plenos poderes se nos presenta a la vez como una síntesis del amplio registro de temas y maneras de su obra realizada hasta entonces y como un esbozo extremadamente revelador de los rasgos peculiares, con frecuencia de singularísima novedad, que se incorporarían a la dicción del poeta en los años posteriores. Así, mientras que por un lado algunas composiciones nos remiten al ámbito verbal de las Odas elementales, cuyo acento de directa y desnuda simplicidad no está ausente tampoco de piezas de estructura más compleja, pero igualmente dictadas por la cadencia emotiva de la vida diaria, en otros textos del libro irrumpe al vasto acento coral en el que encarna la voz de lo humano en su totalidad abarcadora, y otros, en fin, muestran ya la sorprendente y deslumbrante síntesis de las conquistas de la exploración surreal en la irracionalidad con la plena comunión con las verdades de lo originario y terrestre en una morada natural hecha a imagen del hombre que definiría tal vez ante todo al último Neruda.\nDedicatoria en birome en portadilla.
Escrito en los inicios de la etapa final de amplia madurez poética nerudiana, Plenos poderes se nos presenta a la vez como una síntesis del amplio registro de temas y maneras de su obra realizada hasta entonces y como un esbozo extremadamente revelador de los rasgos peculiares, con frecuencia de singularísima novedad, que se incorporarían a la dicción del poeta en los años posteriores. Así, mientras que por un lado algunas composiciones nos remiten al ámbito verbal de las Odas elementales, cuyo acento de directa y desnuda simplicidad no está ausente tampoco de piezas de estructura más compleja, pero igualmente dictadas por la cadencia emotiva de la vida diaria, en otros textos del libro irrumpe al vasto acento coral en el que encarna la voz de lo humano en su totalidad abarcadora, y otros, en fin, muestran ya la sorprendente y deslumbrante síntesis de las conquistas de la exploración surreal en la irracionalidad con la plena comunión con las verdades de lo originario y terrestre en una morada natural hecha a imagen del hombre que definiría tal vez ante todo al último Neruda.\nDedicatoria en birome en portadilla.