El nombre de Thomas Alva Edison se encuentra indefectiblemente unido al de sus inventos: la máquina de escribir, el fonógrafo, la lámpara de incandescencia y muchos otros más. Pragmático por naturaleza, Edison menospreciaba el conocimiento teórico y dedicó toda su vida a transformarlo en ingenios útiles para la humanidad. Al realizar inventos por encargo, consiguió que se dejara de pensar en ellos como en simples golpes de fortuna: "La genialidad -decía- es un uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de transpiración." Inventar requería esfuerzo y trabajo duro. Tal vez haya sido ésta su aportación a la ciencia.\n\nEl bioquímico Fritz Vögtle, autor de esta biografía, nos da cuenta de la vida, el trabajo y las aspiraciones de un hombre que partiendo de la nada llegó a convertirse en un "mago" para sus contemporáneos.
El nombre de Thomas Alva Edison se encuentra indefectiblemente unido al de sus inventos: la máquina de escribir, el fonógrafo, la lámpara de incandescencia y muchos otros más. Pragmático por naturaleza, Edison menospreciaba el conocimiento teórico y dedicó toda su vida a transformarlo en ingenios útiles para la humanidad. Al realizar inventos por encargo, consiguió que se dejara de pensar en ellos como en simples golpes de fortuna: "La genialidad -decía- es un uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de transpiración." Inventar requería esfuerzo y trabajo duro. Tal vez haya sido ésta su aportación a la ciencia.\n\nEl bioquímico Fritz Vögtle, autor de esta biografía, nos da cuenta de la vida, el trabajo y las aspiraciones de un hombre que partiendo de la nada llegó a convertirse en un "mago" para sus contemporáneos.