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Aymi y Juan nos invitan a compartir con ellos el viaje que empezó aquel 15 de junio de 2008 en Bahía Blanca, Argentina.\nHoy, más de dos años después, el sueño está cumplido: Recorrieron América de punta a punta, en una Estanciera del año '65.\nEstos nómades modernos nos cuentan cómo algo tan ambicioso como recorrer el mundo tomó forma y se convirtió en historias simples, en la vida real.\nLo registraron todo en este relato para que en un futuro éstas páginas no los dejen olvidar ningún sabor, ningunos ojos, ninguna melodía pegadiza, ningún color brillante...\nSé participe a través de sus palabras de la magia que el hombre de nuestro continente tiene para dar, de cómo se borran las fronteras una vez que se las cruza, del alivio de volver a confiar en esta época en que las malas noticias venden tanto y el egoísmo parece algo innato. Solo se conoce el mundo si se sale a él, si se penetra en la verdadera idiosincrasia de un país, si se vive en cada casa como siendo parte de la familia, si se acepta cada favor confiando en que el destino nos encontrara dando lo que recibimos.\nEs que América tiene mucho que decir y ellos se mueren por escuchar.\nMBuen estado.

Uniendo las tres americas - A. Laschiaza y J. Eyheraguibel

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Aymi y Juan nos invitan a compartir con ellos el viaje que empezó aquel 15 de junio de 2008 en Bahía Blanca, Argentina.\nHoy, más de dos años después, el sueño está cumplido: Recorrieron América de punta a punta, en una Estanciera del año '65.\nEstos nómades modernos nos cuentan cómo algo tan ambicioso como recorrer el mundo tomó forma y se convirtió en historias simples, en la vida real.\nLo registraron todo en este relato para que en un futuro éstas páginas no los dejen olvidar ningún sabor, ningunos ojos, ninguna melodía pegadiza, ningún color brillante...\nSé participe a través de sus palabras de la magia que el hombre de nuestro continente tiene para dar, de cómo se borran las fronteras una vez que se las cruza, del alivio de volver a confiar en esta época en que las malas noticias venden tanto y el egoísmo parece algo innato. Solo se conoce el mundo si se sale a él, si se penetra en la verdadera idiosincrasia de un país, si se vive en cada casa como siendo parte de la familia, si se acepta cada favor confiando en que el destino nos encontrara dando lo que recibimos.\nEs que América tiene mucho que decir y ellos se mueren por escuchar.\nMBuen estado.

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