Ringo no fue campeón mundial, su estilo carecía de sutilezas, perdió sus peleas más recordadas y, muchas veces, fue más hábil con la lengua que los puños. Sin embargo, su nombre tiene una estatura mítica que acaso ninguno de los grandes campeones mundiales del boxeo argentino alcanza a igualar, tanto por su vida extravagante como por su violenta muerte en los días de plomo de 1976.\n\nBoxeador, cantante, modelo, showman, personaje y comparsa del jet-set, Bonavena fue ante todo un producto inventado por sí mismo. Un emergente de aquella borrascosa década del sesenta, cuando todo parecía posible, en nuestro país y en el mundo. Díganme Ringo recorre la vida de Bonavena desde su infancia humilde en Parque Patricios a la noche en que le ganó el título argentino a Goyo Peralta en el Luna Park con récord de público.\n\nDesde los 92 puntos de ráting que tuvo su pelea con Muhammad Alí-Cassius Clay a sus simpatías y antipatías políticas. Desde su entorno familiar a la noche en que un balazo le perforó el pecho en un burdel de Nevada. El peso pesado de pies planos que irritó y fascinó por igual a las masas con sus triunfos deportivos, sus declaraciones extraboxísticas y su voz aflautada cantando el Pío Pío.
Ringo no fue campeón mundial, su estilo carecía de sutilezas, perdió sus peleas más recordadas y, muchas veces, fue más hábil con la lengua que los puños. Sin embargo, su nombre tiene una estatura mítica que acaso ninguno de los grandes campeones mundiales del boxeo argentino alcanza a igualar, tanto por su vida extravagante como por su violenta muerte en los días de plomo de 1976.\n\nBoxeador, cantante, modelo, showman, personaje y comparsa del jet-set, Bonavena fue ante todo un producto inventado por sí mismo. Un emergente de aquella borrascosa década del sesenta, cuando todo parecía posible, en nuestro país y en el mundo. Díganme Ringo recorre la vida de Bonavena desde su infancia humilde en Parque Patricios a la noche en que le ganó el título argentino a Goyo Peralta en el Luna Park con récord de público.\n\nDesde los 92 puntos de ráting que tuvo su pelea con Muhammad Alí-Cassius Clay a sus simpatías y antipatías políticas. Desde su entorno familiar a la noche en que un balazo le perforó el pecho en un burdel de Nevada. El peso pesado de pies planos que irritó y fascinó por igual a las masas con sus triunfos deportivos, sus declaraciones extraboxísticas y su voz aflautada cantando el Pío Pío.