Estas son reflexiones de un hombre de la calle dirigidas a todas las personas que transitan las calles de la vida. Darío Lostado ha pensado estas páginas para que el lector las lea en breves minutos, para que reflexione sobre sí mismo y sobre los hechos cotidianos de la vida. No pretende enseñar nada, ni ser moralista ni decir qué se debe hacer o qué se debe pensar; únicamente intenta hacer que la vida no se desarrolle en la insulsa insustancialidad mecánica de un automatismo inconsciente. Reflexiones para el hombre de la calle intenta suscitar una inquietud, despertar la conciencia para comprender mejor la existencia. Su autor no pretende ganar discípulos ni seguidores, sólo se propone que su mensaje sencillo y diáfano sea un medio para que cada hombre encuentre su verdad, tome conciencia de su naturaleza y de la razón de su existencia y sea su propio maestro.
Estas son reflexiones de un hombre de la calle dirigidas a todas las personas que transitan las calles de la vida. Darío Lostado ha pensado estas páginas para que el lector las lea en breves minutos, para que reflexione sobre sí mismo y sobre los hechos cotidianos de la vida. No pretende enseñar nada, ni ser moralista ni decir qué se debe hacer o qué se debe pensar; únicamente intenta hacer que la vida no se desarrolle en la insulsa insustancialidad mecánica de un automatismo inconsciente. Reflexiones para el hombre de la calle intenta suscitar una inquietud, despertar la conciencia para comprender mejor la existencia. Su autor no pretende ganar discípulos ni seguidores, sólo se propone que su mensaje sencillo y diáfano sea un medio para que cada hombre encuentre su verdad, tome conciencia de su naturaleza y de la razón de su existencia y sea su propio maestro.